La RAE define la redundancia como “Repetición o uso excesivo de una palabra o concepto.” Las redundancias son muy habituales, por ejemplo. Todos hemos oído frases como:

“Te vuelvo a repetir que no conozco de nada a ese señor”

La expresión “volver a repetir” no tiene sentido si la analizas lógicamente el uso de esos dos verbos no nos aporta ninguna información extra. Lo correcto habría sido decir:

“Te repito que no conozco de nada a ese señor” o “Te vuelvo a decir que no conozco de nada a ese señor”

Todos usamos redundancias, muchas veces sin darnos cuenta. Pero ya sea de forma consciente o inconsciente, estas repeticiones afean nuestro estilo y en la mayoría de los casos es mejor suprimirlas. Por eso quiero mostrarte algunos ejemplos de redundancias en el idioma que conviene eliminar de tus escritos.

Ejemplos de redundancias en el idioma

Al mismo tiempo

Bajar abajo

Subir arriba

Entrar dentro

Salir fuera

Callar la boca

Breve resumen

Antecedentes previos

Conocer por primera vez

Repetir de nuevo

Divisas extrajeras

Error involuntario

Funcionario publico

Rodeado por todas partes

Volar por los aires

Túnel subterráneo

Mendrugo de pan

Nexo de unión

Puño cerrado

Utopía inalcanzable

Monopolio exclusivo

Testigo presencial

Lapso de tiempo

Mi opinión personal

Volver a reiterar

Olvido involuntario

Réplica exacta

Supuesto hipotético

Regalo gratis

Ven aquí

Constelación de estrellas

Más mayor que

Autopsia del cadáver

Accidente fortuito

Minucia sin importancia

Principal prioridad

Años de edad

Si te detienes un poco verás que todas estas expresiones encierran una redundancia. Todos los errores son involuntarios por definición, un olvido siempre es involuntario y un mendrugo solo puede ser de pan.

¿Está mal usar redundancias? A pesar de mis palabras iniciales, no siempre. En ocasiones pueden funcionar como recurso estilístico, en cuyo caso hablamos de pleonasmo (vuelvo a recurrir a la RAE: “Empleo en la oración de uno o más vocablos, innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho, como en fuga irrevocable huye la hora.”)

Lo importante es que sepas que algo está mal escrito y por qué. Como siempre dicen, en literatura para romper las reglas primero hay que conocerlas. Es entonces cuando puedes empezar a jugar con las palabras.

¿Has oído más ejemplos de redundancias en el idioma? Te agradeceré que los compartas en los comentarios para poder añadirlos a la lista.