Portugal

Una de las mejores formas de conocer un país es a través de sus refranes. Estas pequeñas píldoras de sabiduría pasan de generación en generación compilando la sabiduría popular de la tierra. Así que, si te gusta la cultura portuguesa, aprenderás mucho con esta recopilación de proverbios portugueses.

No te extrañe si siendo hispano hablante reconoces muchos de los refranes que verás a continuación. El español y el portugués son hermanos, tanto en origen como en cultura, y comparten un montón de dichos, siendo muy difícil saber dónde se dijo por primera vez.

Refranes portugueses

A buen entendedor, pocas palabras bastan.

A enemigo que huye, puente de plata.

A falta de pan, buenas son tortas.

A lo hecho, pecho.

Agua pasada, no mueve los molinos.

Agua que no has de beber déjala correr.

Amigos, amigos, negocios aparte.

Barriga llena, corazón contento.

Boca de verdades, cien enemistades.

Buscando lo que no se encuentra, se encuentra lo que no se busca.

Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.

Caras vemos, corazones no sabemos.

Como el Rey vive, así viven los vasallos.

Cuando Dios lo quiere, el agua fría es una medicina.

Cuando el gato sale de la casa las ratas caminan.

Cuando un burro habla, los demás bajan las orejas.

Cuando uno no quiere, dos no pelean.

Después de la batalla aparecen los valientes.

Dios ayuda al pájaro madrugador.

Dios le da pan al que no tiene dientes.

Dios le da sombrero al que no tiene cabeza.

Dios tiene más para dar que el diablo para quitar.

Dos ojos ven más que uno.

Duro con duro no hace una buena pared.

El cojo le echa la culpa al empedrado.

El hambre es el mejor condimento.

El hierro que no se usa, se oxida.

El hombre es señor de lo que piensa y esclavo de lo que dice.

El hombre perezoso trabaja doblemente.

El infierno está lleno de buenas intenciones.

El mal escribano le echa la culpa a la pluma.

El palo que nace torcido nunca se endereza.

El peor ciego es el que no quiere ver.

El que con niños se acuesta, mojado amanece.

El que golpea olvida; el que atrapa, no.

El que habla mucho, dice buenos días a caballo.

El que mucho abarca, poco aprieta.

El seguro murió de viejo.

El zorro va tanto al nido, que un día deja el hocico.

En la casa de un herrero, el palo es un palo.

En la tierra del ciego, el que tiene un ojo es el rey.

En tiempos de guerra, cualquier agujero es trinchera.

En una pelea de marido y mujer, nadie hace cucharas.

Envía a los que pueden, obedece a los que tienen sentido común.

Es agua bajo el puente.

Es el ojo del dueño lo que hace que el caballo engorde.

Este último será el primero.

Grano a grano, la gallina llena su vientre.

La esperanza es la última que muere.

La ociosidad es la madre de todos los vicios.

La presunción es la madre de todas las tonterías.

La prisa se come crudo.

La venganza es un plato que se sirve frío.

Lo que no tiene solución está resuelto.

Los peces grandes, pescan en grandes ríos.

Los perros mordidos por serpientes tienen miedo hasta de las cuerdas.

Los que comen de las manos de otras personas apenas cenan.

Los que tienen techos de cristal no tiran piedras a los vecinos.

Manda a los que puedas, obedece a los que tienen sentido común.

Mejor el que ayuda que el que sale pronto.

Nadie es profeta en su propia tierra.

Niños criados, trabajos doblados.

No deberías desnudar a un santo para vestir a otro.

No es ningún consuelo.

No sirve de nada llorar la muerte de la ternera.

No sirve de nada llorar sobre la leche derramada.

No te burles del mal de tu vecino, porque el tuyo está en camino.

Planta verde para cuchara madura.

Por la noche, todos los gatos son pardo.

Quien no quiera ser un lobo, no se ponga la piel encima.

Quien nunca ha comido miel, cuando la come, se lame a sí mismo.

Quien ríe último, ríe mejor.

Ser como el perro del hortelano, que ni come las berzas, ni deja comer al amo.

Si la herradura trajera suerte, el burro no tiraría de un carro.

Si quieres conocer al villano, pon una vara en su mano.

Si tu mujer quiere tirarte de un tejado, procura que sea uno bajo.

Un día de presa, otro de cazador.

Un ojo en el pez, otro en el gato.

Una mano lava la otra y las dos se lavan la cara.

Una oveja mala hace que el rebaño se pierda.

Proverbios em portugués

Para los más puristas aquí están los proverbios portugueses más populares en portugués, junto con la explicación de su significado, también en portugués. Una buena forma de aprender el idioma.

Y como dije al principio, portugueses, brasileños, latinoamericanos y españoles somos primos hermanos. Así que si te ha gustado este post no te pierdas esta enorme compilación de dichos populares en español.