Poco conocemos de los vikingos más allá de la imagen que nos ofrecen películas y series de televisión. Sabemos que eran pueblos procedentes de Escandinavia, conocidos (y temidos) por sus incursiones en Europa durante la Edad Media. Pero, ¿cómo pensaban? ¿cuál era su filosofía de vida? La siguiente colección de proverbios vikingos nos acerca un poco más a esta fascinante cultura:
Proverbios vikingos
¡Quien sabe cuántos enemigos tienes en torno a la mesa!
Al pino seco del monte solitario ni ramas ni corteza le cubren. Así es el hombre. ¿Merece la pena vivir sin amistades?
Ante un acuerdo, cuídate de que una de las partes no quede con la espada y la otra con la vaina.
Antes de entrar en un lugar, fíjate por dónde se puede salir.
Cerca del rey, cerca del cadalso.
Conviene madrugar al que quiere ir a luchar y tomar vida y bienes ajenos. El lobo acostado no llena la boca. Tumbado nadie triunfa.
Cuando pases por una puerta ajena mira a diestra, mira a siniestra.
Cuesta trabajo visitar al mal amigo aun cuando pilla de paso. Pero es grato visitar al buen amigo aun cuando su casa está lejos.
Debes gozar de tus ganancias mientras permanezcas en este mundo. Lo que dejes para el amigo, puede que llegue al enemigo. Quién sabe lo que puede pasar…
Dos pueden mentir hasta que un tercero cuelgue.
Dos pueden mentir hasta que un tercero cuelgue.
El hombre honra al amigo con afecto, responde a regalo con regalo. A risa responde con risa y al truco con trampa.
El hombre mísero y mal nacido hace bromas y se burla de todo. No se da cuenta de algo más obvio: sus propios defectos.
El hombre sensato huirá de la sala si un invitado insulta a otro. Burla y sorna suelen incordiar si hay hombres hostiles en la mesa.
El hombre sensato no presume de sabio. Anda con tiento y con tacto. Callado y cauto acude a la aldea evitando enredos. No le falla su aliado más fiel: La cordura que le acompaña.
El necio piensa que si rehúsa el combate seguirá vivo eternamente. Pero la vejez no tiene piedad, aunque haya logrado salvarse de la lanza.
Es sano el fuego para todos los seres, al igual que los rayos del astro rey. Dichoso aquel que conserva la salud y sabe vivir sin vicios.
Fuera de tu hogar no te alejes ni una pulgada de tus armas.
La ambición y la venganza siempre están hambrientas.
La boca rige la tierra, pero el mar lo rige la mano.
La casa del que se burla, acaba incendiándose.
La desgracia también visita a los ricos, pero a los pobres lo hace dos veces.
La mejor carga que puede llevar un hombre es demasiado sentido común; la peor, demasiada bebida.
La población se sentía atemorizada por los vikingos debido a su ferocidad y crueldad.
Las frecuentes luchas internas tuvieron su eco en los refranes. Traiciones, conjuras, ansia de poder y riquezas… Por eso encontramos proverbios vikingos como los siguientes:
Las migas son también pan.
Lo mejor de la vida es la vida misma. Asegúrate de que disfrutas cada momento y dejas un buen nombre tras de ti. No hay nada mejor que estar vivo y contento.
Mejor pájaro libre que rey cautivo.
Muere la fortuna, muere la familia, uno mismo también se muere. Pero hay algo que siempre quedará: la buena fama del difunto.
Ni la pobreza obliga a nadie a robar ni la riqueza lo evita.
No alabes el día hasta que haya llegado la tarde; no alabes a una mujer hasta su pira; no alabes una espada hasta haberla probado; no alabes a una doncella hasta que se haya casado; no alabes el hielo hasta haberlo cruzado; no alabes la cerveza hasta haberla bebido.
No conocí a nadie tan rico y noble que no le gustase recibir regalos, ni tan generoso que no quiera recibir nada a cambio.
No es tan buena la cerveza como dicen. El que más bebe menos razona y pierde su propio juicio.
No hay mejor equipaje para llevar encima que la cordura y la mente clara. En tierras lejanas es más útil que el oro y saca al pobre de los apuros.
Para las salchichas demasiado largas, el remedio es sencillo.
Quien siempre habla y nunca calla dice muchas insensateces. La lengua ligera ocasiona problemas y a menudo menosprecia al hombre.
Sabio en verdad es el viajero que se mueve por el mundo. Él puede intuir el ánimo imperante por ser sensato y cuerdo.
Sé amigo de tus amigos. Responde a un regalo con otro regalo, a una sonrisa con otra sonrisa y a una mentira como si no la hubieras escuchado
Si comes cerezas con los poderosos te arriesgas a que los huesos lluevan contra tu nariz.
Si consigues encontrar a un amigo leal y quieres que te sea útil, ábrele tu corazón, mándale regalos y viaja a menudo a verle.
Todas las cosas tienen un fin, excepto las salchichas, que tienen dos.
Un cobarde piensa que vivirá para siempre si evita a sus enemigos; pero ningún hombre escapa a la vejez, incluso si sobrevive a las lanzas.
Un hombre cojo aún puede montar a caballo, un hombre sin manos aún puede pastorear ovejas y un hombre sordo aún puede matar; mejor es estar ciego que arder en la pira funeraria. Son los muertos quienes no pueden hacer nada.
Un hombre de respeto debe ser reservado, reflexivo y valiente en la batalla. Todos los hombres deben mantener el buen humor hasta que el fin les llegue.
Un hombre sin amigos es como un abedul desnudo, sin hojas ni corteza, solitario en una colina pelada.
Un invitado debe marchar a tiempo y no abusar de su bienvenida; incluso un amigo se vuelve molesto si se queda demasiado tiempo.
Vive con ilusión mientras estés vivo, el ágil siempre sale adelante. Vi las llamas de una mansión, pero en la puerta yacía un muerto.
Dichos vikingos con imágenes
Para terminar, no dejes de ver esta buena recopilación de refranes vikingos que encontramos en YouTube. Este impresionante video incluye varios proverbios con su pronunciación original:
En Portal Frases compartimos a menudo proverbios de distintos países y culturas. Pásate por nuestra sección de Refranes y conócelos.