Cuando un grupo de música se separa pueden ocurrir dos cosas: 1) que sus integrantes caigan en el olvido o 2) que consigan hacer carrera en solitario. El segundo es el caso de Leiva, que de 2001 a 2011 fue la mitad de Pereza y luego continuó triunfando por su cuenta.
del musico madrileño De tocar en las fiestas de verano de un pueblo toledano en 1994 a ser telonero de los Rolling Stones en el Santiago Bernabéu 20 años después.
Además de músico, Leiva es compositor y producto, ¡y todo lo hace bien! En fin, desde aquí le deseamos todo el éxito del mundo y que nos siga deleitando con sus letras.

Leiva: Frases

Por cierto, que no todo el mundo sabe que el verdadero nombre de Leiva es José Miguel Conejo Torres y que su hermano, Juancho, es líder de la banda Sidecars. Cuando te pregunten si eres fan de Leiva no te olvides de citar esos dos datos.

A ti te saldrán las alas, yo seguiré rodando.

A veces busco respuestas mirando al cielo aburrido, ese manojo de estrellas y de ozono en un revoltijo.

Algún delirio nos hará volver.

Amamos lo que perdimos, queremos lo que envenena.

Amortigüé la resaca con mil noches de tralla.

Cada momento tiene que ser especial.

Cambian las cosas cuando tú no estás.

Como una apisonadora, arrasas con todo lo que ves.

Con los pies fríos no se piensa bien, ningún delirio nos hará volver.

Creo que he aprendido a esperar.

Cuando siento que todo va bien, tus prejuicios me dejan de pena.

Cuando solo me saques mil zancadas.

Cuando te tengo cerca algo en mí se aleja, de nuevo esa tristeza que rompe en mi cabeza.

Cuando ya no esté esperando nunca nada, quizá pueda despegar.

De los cielos a pólvora mojada.

Desde hace tiempo si me permites, todo me sale genial.

Desde que te conozco, conozco los pecados que esconde la manzana que no ha mordido nadie.

El universo en llamas, la lluvia en los zapatos.

Encendernos con las manos.

Era el aliento lo único que cabía entre nosotros dos.

Era tan tonta y yo tan listo que hacerse rico, no era más que una cuestión de tiempo.

Es solo oír tu voz y algo por dentro me rechina.

Es tiempo de autodestrucción.

Había magia pero a veces se partía.

Hay días para decírnoslo, semanas para pensar.

Huelo tu saliva en mi boca.

La culpa pesa un kilo más para el que parte.

La gloria me ha tumbado en el segundo asalto.

Las pocas estrellas que quedan están todas de alquiler

Las victorias nunca pasan por mi lado, las promesas y las dudas en el mismo trago.

Lo nuestro es tan genial, que nadie puede decir que lo entiendo porque no es así.

Más bonita que ninguna, ponía a la peña de pie, con más noches que la luna, estaba todo bien.

Más bonita que ninguna.

Me clavas el arpón con la mirada.

Me he creído todas mis mentiras.

Me pongo gafas de sol para verte mejor.

Me veo tan lejos y te echo de menos a muerte, te echo de menos, tan fuerte.

Mi alma la tripula el viento de tu respiración.

Mi piel necesita tu piel, mi boca necesita tu boca.

No busques mi mejor versión, se la ha llevado el aire.

No llega el día, quiero sentir otra velocidad.

No pensé que habría algo tan dulce como tú.

No sé donde mirar cuando vas de cara.

No te agarres a mi cuerpo que te crece la nariz.

No voy a hacerlo por ti, no voy a darte tanto.

Nos miramos con lupa, pero sigo viéndote brillar.

Otro verano se acaba.

Pero las ganas y la complicidad ardieron en el infierno.

Que bonita tu boca.

Qué difícil ser “lo más”, qué fácil ser elegante.

Qué gusto da estar enamorado, y pasear contigo del brazo. Traigo rosas rojas para ti, eres mi rincón favorito de Madrid.

Qué hará contigo la gente, ahora que ya no estoy yo.

Qué inoportuno fue decirte “me tengo que largar”, pero qué bien estoy ahora.

Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta

Que no estás solo, que estás de espaldas y no te das ni cuenta.

Qué ridículo es callarse cuando quieres decir, que estás bien cuando todo va mal.

Que venga la magia y estemos solos.

Quiero dejar el mundo entero por ti.

Se enredaron nuestras miradas.

Se me queda pequeño el cielo.

Se mezclaba la magia y una extraña decepción.

Sentirme como una colilla entre unos labios al fumar.

Sentirme como una colilla entre unos labios al fumar.

Será como un collage lo que tuvimos.

Si tú te tiras yo me tiro.

Sobre el alambre y sin destreza.

Solo soy alpinista para bajar montañas.

Sólo te deseo que tu mierda cobre vida y te dé un beso.

Somos dos, para qué queremos más.

Soy a quien tú necesitas, soy la razón de tu vida.

Soy caro cuando hay vicio.

Soy un cerdo, con honores de caballero.

Soy una historia más en la ciudad.

Te quiero con indecisión.

Veo películas, no paro de mentir, sales en todas al principio y en el fin.

Veranos en vilo hasta el final.

Veranos que sufro de verdad.

Vuelve ya o por lo menos, te hayas ido para siempre, porque seguir en este ambiente, no da para más.

Ya no estoy para alumbrarte.

Yo curo más que todo lo que puedas respirar.

Yo quiero contigo todo.

A ti te saldrán las alas, yo seguiré rodando.

A veces busco respuestas mirando al cielo aburrido, ese manojo de estrellas y de ozono en un revoltijo.

Algún delirio nos hará volver.

Amamos lo que perdimos, queremos lo que envenena.

Amortigüé la resaca con mil noches de tralla.

Cada momento tiene que ser especial.

Cambian las cosas cuando tú no estás.

Como una apisonadora, arrasas con todo lo que ves.

Con los pies fríos no se piensa bien, ningún delirio nos hará volver.

Creo que he aprendido a esperar.

Cuando siento que todo va bien, tus prejuicios me dejan de pena.

Cuando solo me saques mil zancadas.

Cuando te tengo cerca algo en mí se aleja, de nuevo esa tristeza que rompe en mi cabeza.

Cuando ya no esté esperando nunca nada, quizá pueda despegar.

De los cielos a pólvora mojada.

Desde hace tiempo si me permites, todo me sale genial.

Desde que te conozco, conozco los pecados que esconde la manzana que no ha mordido nadie.

El universo en llamas, la lluvia en los zapatos.

Encendernos con las manos.

Era el aliento lo único que cabía entre nosotros dos.

Era tan tonta y yo tan listo que hacerse rico, no era más que una cuestión de tiempo.

Es solo oír tu voz y algo por dentro me rechina.

Es tiempo de autodestrucción.

Había magia pero a veces se partía.

Hay días para decírnoslo, semanas para pensar.

Huelo tu saliva en mi boca.

La culpa pesa un kilo más para el que parte.

La gloria me ha tumbado en el segundo asalto.

Las pocas estrellas que quedan están todas de alquiler

Las victorias nunca pasan por mi lado, las promesas y las dudas en el mismo trago.

Lo nuestro es tan genial, que nadie puede decir que lo entiendo porque no es así.

Más bonita que ninguna, ponía a la peña de pie, con más noches que la luna, estaba todo bien.

Más bonita que ninguna.

Me clavas el arpón con la mirada.

Me he creído todas mis mentiras.

Me pongo gafas de sol para verte mejor.

Me veo tan lejos y te echo de menos a muerte, te echo de menos, tan fuerte.

Mi alma la tripula el viento de tu respiración.

Mi piel necesita tu piel, mi boca necesita tu boca.

No busques mi mejor versión, se la ha llevado el aire.

No llega el día, quiero sentir otra velocidad.

No pensé que habría algo tan dulce como tú.

No sé donde mirar cuando vas de cara.

No te agarres a mi cuerpo que te crece la nariz.

No voy a hacerlo por ti, no voy a darte tanto.

Nos miramos con lupa, pero sigo viéndote brillar.

Otro verano se acaba.

Pero las ganas y la complicidad ardieron en el infierno.

Que bonita tu boca.

Qué difícil ser “lo más”, qué fácil ser elegante.

Qué gusto da estar enamorado, y pasear contigo del brazo. Traigo rosas rojas para ti, eres mi rincón favorito de Madrid.

Qué hará contigo la gente, ahora que ya no estoy yo.

Qué inoportuno fue decirte “me tengo que largar”, pero qué bien estoy ahora.

Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta

Que no estás solo, que estás de espaldas y no te das ni cuenta.

Qué ridículo es callarse cuando quieres decir, que estás bien cuando todo va mal.

Que venga la magia y estemos solos.

Quiero dejar el mundo entero por ti.

Se enredaron nuestras miradas.

Se me queda pequeño el cielo.

Se mezclaba la magia y una extraña decepción.

Sentirme como una colilla entre unos labios al fumar.

Sentirme como una colilla entre unos labios al fumar.

Será como un collage lo que tuvimos.

Si tú te tiras yo me tiro.

Sobre el alambre y sin destreza.

Solo soy alpinista para bajar montañas.

Sólo te deseo que tu mierda cobre vida y te dé un beso.

Somos dos, para qué queremos más.

Soy a quien tú necesitas, soy la razón de tu vida.

Soy caro cuando hay vicio.

Soy un cerdo, con honores de caballero.

Soy una historia más en la ciudad.

Te quiero con indecisión.

Veo películas, no paro de mentir, sales en todas al principio y en el fin.

Veranos en vilo hasta el final.

Veranos que sufro de verdad.

Vuelve ya o por lo menos, te hayas ido para siempre, porque seguir en este ambiente, no da para más.

Ya no estoy para alumbrarte.

Yo curo más que todo lo que puedas respirar.

Yo quiero contigo todo.

Frases de canciones de Leiva en vídeo

Las frases de Leiva mejor escucharlas que leerlas, ¿no? Pues eso vamos con un poco de música. Dentro vídeo con sus letras más inspiradas.

A Leiva le queda mucho carrete, así que este post se actualizará de vez en cuando. Puedes estar atento a la inclusión de nuevas frases siguiendo a Portal Frases en tus redes sociales favoritas.